Salgamos a las calles para que caiga “Fino” Palacios

El gobierno del PRO en la Ciudad de Buenos Aires, de la mano de Mauricio Macri y el ministro de justicia y seguridad porteño, Guillermo Montenegro, ha designado a Jorge "Fino" Palacios para conducir la nueva Policía Metropolitana. Se trata de un personaje cuyo legajo incluye, entre otras cosas, la imputación por encubrimiento en la causa AMIA, por irregularidades en la investigación del atentado. Además, Palacios participó en la represión del 19 y 20 de diciembre del 2001, que causó numerosas muertes. Se le conocen vínculos con ex represores como Carlos Gallone, condenado a prisión perpetua en la cárcel de Marcos Paz por su actividad durante la dictadura. También fue asesor de la Policía de Neuquén que asesinó al maestro Carlos Fuentealba.
Pero el “Fino” no es sólo un hombre de acción, tiene además el dudoso honor de imaginarse como intelectual de la derecha más reaccionaria. Es autor del texto "Terrorismo en la aldea global" en el que justifica el accionar terrorista del Estado durante la última dictadura. En definitiva, un personaje impresentable que debería estar pudriéndose en la cárcel.
Sin embargo, Mauricio, hombre de sesudos argumentos (buen exponente de la educación privada), dice convencido: “Hemos convocado al policía más condecorado, un hombre absolutamente honesto al cual yo le he confiado la seguridad de mis hijos”. Y nos demuestra una vez más cómo hace política el macrismo: trasladando de manera directa la lógica propia del mundo privado (empresarial a veces, familiar otras) a las cuestiones públicas. Los trabajadores ya hemos aprendido que lo que es bueno para los empresarios como Macri, necesariamente es aberrante para nosotros.
Después de las elecciones del 28 de junio, nos cansamos de escuchar decir, con su tono de cajetilla de Barrio Norte, que los ciudadanos reclamaron diálogo. Pero, al mismo tiempo, impuso contra todo sentido común a Palacios al frente de la policía. Permitir que siga con su propósito es abrirle la puerta a un modo prepotente y represivo de administrar el Estado, marcas registradas del macrismo.
Finalmente, desde algunos sectores de la "centroizquierda porteña" se escandalizan ante la elección de "Fino", pero son incapaces de reconocer que colaboraron con el macrismo de manera directa en está designación al aprobar, junto con el kirchnerismo, en octubre del año pasado el proyecto de una Policía Metropolitana, pensada esencialmente para reprimir a trabajadores y jóvenes de las barriadas populares. ¿A quién pensaba el kirchnerismo que se iba a elegir como jefe de la policía cuando aceptó la existencia de una Policía Metropolitana?
No nos imaginamos que haya un "buen" policía para el cargo. La policía tiene como función específica en este sistema defender los intereses de los empresarios, a costa de represión y muerte.
Al decir de uno de uno de sus impulsores más fervientes, el flamante ministro Montenegro, la nueva Policía de la Ciudad de Buenos Aires va a intervenir en piquetes y manifestaciones para liberar las calles que sean bloqueadas, porque “sí o sí hay que poner orden”.
A esta policía se le suma la banda parapolicial porteña llamada Unidad de Control del Espacio Público, conocida como UCEP. Una verdadera patota que se dedica al desalojo violento de la gente que vive en las calles, y de las casas o predios ocupados. Pero la UCEP macrista no actúa sola, si no que cuenta con la Policía Federal, siempre presta a servir en todo desalojo o represión que haya en la ciudad.
Con la policía de Macri y la UCEP, las y los trabajadores no podemos esperar más que represión cada vez que salgamos a luchar por nuestros derechos y necesidades.
Por eso, reclamamos el desmantelamiento de las fuerzas represivas: de la UCEP, la Nueva Policía Metropolitana y la Policía Federal, y el inmediato enjuiciamiento y encierro de los cientos de represores que siguen en servicios en esas fuerzas, como Jorge “Fino” Palacios.
Tenemos que coordinar nuestras fuerzas
Desde la Corriente Nacional 9 de Abril/ Lista Marrón consideramos que para torcerle el brazo a Macri y lograr la destitución de Palacios no basta con acciones aisladas.
Participamos de las reuniones de la Coordinadora contra la UCEP y de las marchas que se impulsaron, así como en el corte de calle el viernes pasado, en la esquina del Shopping Abasto. Apoyamos los diferentes petitorios, tanto el que surgió de este espacio como el que está trabajando la CTA.
Creemos que en las calles es donde tenemos que poner la fuerza para imponer la salida de este nefasto personaje. Por eso convocamos a participar de la marcha del jueves 30 de julio a las 17hs desde el Obelisco a Jefatura de Gobierno. Pero le exigimos a UTE, y a la CTA de conjunto, que junto con otras organizaciones y los diputados y legisladores de la ciudad recientemente electos, como Pino Solanas, que están en contra de este nombramiento, convoquen a una gran movilización unitaria por su inmediata destitución.

Decimos:
· NO a Fino Palacios. Basta de impunidad y Represión.

· Disolución de la Policía Metropolitana
· Cierre de la UCEP