TOD@S CON L@S TRABAJADORES DEL SUBTE

Tras el plebiscito, los empleados del subte avanzan

PRÓXIMAS ESTACIONES, CONGRESO Y GOBIERNO

Con el rotundo resultado obtenido en las urnas, van a golpear puertas de legisladores, funcionarios y sindicalistas. El servicio, en teoría, será normal.
Los trabajadores del subte pusieron en marcha la segunda fase del operativo de presión al Gobierno para la creación de un sindicato propio, independiente de los colectiveros de la Unión Tranviarios Automotor, que es el encuadre legal que tuvieron históricamente. Ayer, una comitiva de delegados fue al Congreso a informar el que consideran un rotundo triunfo en el plebiscito que hicieron esta semana. Además de legisladores, hab´ra presencia ante el Ministerio de Trabajo, dirigentes políticos partidarios , la CTA y hasta miembros de la CGT. Como no hay medidas de fuerza declaradas, el conflicto no debería afectar a los usuarios, pero en la última semana hubo por momentos un estricto trabajo a reglamento (parte del operativo de presión) que produjo demoras.

Néstor Segovia, ex delegado del área de Talleres, dijo que en los próximos días se presentará un petitorio con los resultados del plebiscito a Trabajo, que según dijo “tiene la obligación de abrir un expediente” para tramitar la creación del sindicato. “Queremos el divorcio con la UTA y haremos todo lo posible dentro de la ley para lograrlo. El fallo de la Corte sobre libertad sindical nos apoya”, agregó el dirigente.

Segovia no descartó hablar “con Néstor Kirchner o con la Presidenta” para reforzar el reclamo, por entender que “se trata de algo democrático que expresa la voluntad de los trabajadores”. El plebiscito dio como resultado que el 98,8% de los empleados consultados se pronunció a favor del nuevo sindicato.

El principal objetivo de la campaña será la cartera laboral, de la que depende el otorgamiento de la inscripción gremial del nuevo sindicato. La inscripción es el paso previo a la personería jurídica, un reconocimiento que el Ejecutivo demostró estar dispuesto a dar sólo a los gremios que le son funcionales. El último caso fue el del SUTPA, el sindicato del personal de peajes liderado por Facundo Moyano, hijo menor del jefe de la CGT, Hugo Moyano. El gremio, a pesar de operar en un ámbito compartido por otro sindicato (Uecara, de Empleados de la Construcción y Afines), consiguió la personería en tiempo récord, como publicó este diario.

El pedido de inscripción fue realizado en agosto. Desde ese paso formal el conflicto con la UTA no tuvo retorno. El gremio intentó sin éxito convocar a una asamblea extraordinaria para expulsar a los delegados del sindicato, pero el llamado no se concretó ante las advertencias de paros en el servicio.

A fin del año pasado, Roberto Fernández, titular de la UTA, concretó su amenaza de librarse de los delegados. Una modificación en el estatuto del gremio le permitió armar elecciones en el servicio con una modalidad distinta de la aplicada hasta entonces: en lugar de organizar una votación por línea y en el Premetro, los comicios se hicieron por sectores, una maniobra que los todavía delegados consideraron fraudulenta. Los referentes de base no se presentaron a esa elección y perdieron sus cargos.

Privados de representatividad formal, los ex delegados centraron los esfuerzos en el armado del nuevo sindicato, apoyados en el consenso mayoritario que todavía mantienen entre el personal. La idea del plebiscito motivó un obvio rechazo de la UTA, pero también de Moyano y hasta del Gobierno, a través del ministro Carlos Tomada.

La conducción de la UTA se apoyó en esa postura. “Con verdadera alegría queremos informar que el Ministerio de Trabajo se ha manifestado públicamente sobre los plebiscitos ilegales que se han venido realizando días pasados, ante la convocatoria de un pequeño grupo de inadaptados que pretenden ignorar normas y mandatos expresos de la democracia de los trabajadores”, señala un comunicado del gremio.

Entre los delegados del subte no hay decisión respecto de adherir a una CGT o a la CTA o mantener autonomía. Siempre y cuando, claro, superen la maraña burocrática y tengan el gremio propio.

Fuente: Diario Crítica, 14/02/09